viernes, 1 de mayo de 2009

Erase una vez por Durango
Jesús Marín

…La diligencia, mi amor ya no circula,ni el Doroteo aquel un tal Arango, ni aventureros ni vagos valedores, será por eso que NADIE VA A DURANGO. Aquí la mano de Dios esta re-lejos
"sera por ser tan ateos" dice un vato se fue Jonh Wayne y el pueblo es un fantasma, será por eso que nadie va a durango?..
Rola del Jaime López


Escena uno:

Hubo una vez un lugar llamado Durango. Un puñado de dólares para Durango. Nadie va Durango, cantaba un trashumante trovador. Érase una vez por Durango, la tierra del cine. Pueblos fantasmas, vaqueros con la pistola a medio muslo. John Wayne impasible, cabalgando por las tierras de Durango. El tunco Maclovio mascando un palillo de dientes, ficción que se ha convertido en realidad, ahora la película se Durango ensangrentado. Durango de ejecuciones diarias, a plena luz del día. Por sus calles , cierto, ya no llegan los viejos vaqueros americanos de las películas filmadas bajo este cielo esplendoroso, ahora la realidad ha superado la ficción. Ahora se matan en sus calles los sicarios y no con viejas colts cuarenta y cinco ni rifles Winchesters, no ahora el traqueteo de la metralla es cotidiano, ahora el plomo ardiente atraviesa cualquier coraza hasta la del alma. Ahora aparecen sus cabezas en hieleras no colgando de una soga como antaño, como en la soga del juez Paul Newman. Y cuando huyen no lo hacen de viejas cárceles de adobe, tumbando una reja, ahora toman por asalto, en perfecta conjunción militar, perfectamente armados, CERESOS y hacen su ley, la única que ya rifa en Durango, la ley del más fuerte, del más despiadado. Ahora ya no cabalgan en briosos caballos, sintiendo el viento en el rostro y el sol sobre la piel, ahora se pasean en poderosas hummers, exhiben su poder económico en grandes camionetas que zumban por la sierra, que se ríen de los militares y de la policía. Ya no roban trenes cargados de oro, ahora el oro lo traen en las cadenas y pulseras, en las cachas de su cuerno de chivo. Se fue John Wayne pero llego el Narcotráfico. SE fue el viejo Duke pero llego el Chapo. Ahora menos nadie viene a Durango.

Escena dos:

Érase un vez un virrey en una tierra de Jaujá. Mientras el declaraba por decreto ser feliz, la gente se desmoronaba por sus calles, la gente morían ejecutada. La gente era levantada en pleno día para aparecer luego ensarapados o faltos de cabeza. Era un Virrey que vivía opulentamente en su castillo de Zambrano, cuya mayor gracia, era sembrar palmeras donde hubo desiertos. Y mientras viajaba por las europas su reino se desmoronaba. Mientras el comia paella, sus soldados morían en la sierra. Érase un Virrey que al inaugurar una calle pavimentada lo anunciaba a los cuatro vientos, se autodeclarada por medio de lambiscones, ser el mejor virrey que ha tenido Durango. Y la pueblo circo, maroma y teatro. Y se le vio al Virrey dándose baños de pueblo, bailar el pasito duranguense en bailes y saraos, vestirse de indígena, besando escuincles socrosos. Y arrancarse las ropas ante el dolor de sus súbditos caídos en cumplimiento de su deber. Pero jamás ha movido un dedo para detener tanta sangre derramada. Jamás sale más allá del patio de su castillo. Para él todo va bien y Durango ya es una potencia mundial. Y Durango es el estado mas pujante y mas armonico. Benditos aquellos que teniendo ojos no quieren ver. Que teniendo oídos no quieren escuchar.
Y el rumor fue más fuerte que la corte de lacayos y arrastrados, y el rumor fue más fuerte que las costosas campañas publicitarias en los medios, el virrey de Durango no vive en el palacio de Zambrano, vive y reina por Guanaceví. Y su palabra es ley por todo el territorio de la Nueva Vizcaya. Y aún más allá, donde nunca se pone el sol.

Escena Tres:

El atrio principal de catedral. Seis de la mañana. Uno de los príncipes de la Iglesia se arrodilla en su plegaria matutina: Señor, oh Señor, por qué me diste esta boca tan bocaza, por qué no pudiste un cierre tiempo. ¿ Dios mío que he hecho? ¿ Quién nos socorrerá ahora con las narcolimosnas?

Un dos antes:

Para que nos hacemos guajes. Él vive allá por Guanacevi, tiene un rancho, caray si hasta el más pendejo lo sabe, aunque lleve placa o no (risitas sagradas) mientras se acomoda su mitra y hace ojitos pispiretos.
Un día después de ese día:
En homenaje a el gran mimo Cantinflas, pues me desdijo, yo no dije lo que dije, ni dije lo que quería decir, es decir dije lo que dije pero sin quererlo decir, ya ven como son, ahí esta el detalle, él sí vive en Durango, pero no vive, pero a lo mejor sí, pero a lo mejor no, es más me rajo y que pongan el rajado( cierra los ojitos, entornándolos como acordándose de los rajados que han pasado por su parroquia) es más ya estoy ciego, sordo mudo, lero lero candelero. Y viva Cristo Rey.

Escena tres:

Dos hombres ejecutados en una camioneta en la sierra. Innumerables balazos de armas de grueso calibre. Sus rostros desfigurados por los golpes y la tortura, luego se supo que eran tenientes, de inteligencia militar. Y a un lado de los cuerpos, un letrero: los chapos no le tenemos miedo ni a la iglesia ni a la ley.( ni al cielo, ni al diablo, ni a Felinillo ni al negrito de la casa blanca, ni a nadie, ¿está claro?)

Escena cuatro:

Declaración conjunta de la PGR, los chicos de verde y cuanta policía inoperante se les ocurra, pa ahorrarnos demagogia y escenitas: dizque después de investigaciones bien concienzudas, y de haber revisado el Internet, la inteligencia judicial y la militar, llegamos, después de autoaplicarlos el tehuanazo y el polígrafo marca acme que el tal chapo no existe, ni existió, que es un mito genial de los gringos, chapo la bola quien lo inventaría, pero que estamos tras la pista de quien creemos es el capo de capos, un tal James Bond, que pronto caerá y que creemos que mete la coca de contrabando pro medio de sus películas. Seguiremos informando, o que le tenga otra información que la aporte con toy y hermana, digo pa que valga la pena la desvelada.