viernes, 22 de julio de 2011

Nos Mataron a Facundo

Jesús Marín

Me gusta el mar y la mujer cuando llora , las golondrinas y las malas señoras ,saltar balcones y abrir las ventanas y las muchachas en abril. Me gusta el vino tanto como las flores y los amantes, pero no los señores
me encanta ser amigo de los ladrones y las canciones en francés. No soy de aquí, ni soy de allá no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad . Me gusta estar tirado siempre en la arena y en bicicleta perseguir a Manuela y todo el tiempo para ver las estrellas con la María en el trigal. No soy de aquí, ni soy de allá no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad…Facundo Cabral


Hoy es un domingo distinto, y por lo tanto inmemorial y por lo tanto lapidario. Hoy, todos los que creemos en la poesía, que amamos la vida y la libertad, hemos muerto un poco, habremos de guardar un minuto de silencio y una eternidad de aplausos. Hoy, hay cierta niebla que nos envuelve, cierto abismal dolor que nos quiebra el corazón. Hoy amanecimos de un gris en el alma. Amanecimos con escarcha en el alma. Con una tristeza profunda mirando quedamente al silencio. Con un gesto de incomprensión que aún no terminamos de entender. Hoy parece que los ángeles se han callado. Y las flores se han vestido de luto. Y los gorriones por este día han decidido no cantar. Hoy, después de más de cincuenta años de escucharlo cantar, de escucharlo hacer y decir poesía con su voz, de hablarnos de su niñez, de la paz entre los hombre, del amor a cada ser vivo, con sus gestos, con sus canciones. De conocer a un hombre integro. Hoy después de más de medio siglo de disfrutarlo, de amarlo, hoy amanecimos sin Facundo y caímos abruptamente en el desamparo. Y tenemos este frío de habernos quedado solos otra vez. Ya no seremos los mismos sin trovador y poeta Facundo Cabral. Y la poesía del mundo está de luto. Y los poetas han encendido un cirio en esta tempestad de violencia que nos arrebato a uno de nuestros capitanes, ¡oh mi capitán ¡, ¡oh mi capitán! Y los hombres de buena voluntad lloramos en silencio la muerte de un amigo, de un hermano, de un poeta, de un trovador. Facundo Cabral no es de aquí ni es de allá, es de todos lados y vive en nuestros corazones. Una muerte artera para alguien que amo intensamente la vida, para alguien que le cantó a la libertad y al amor como ninguno. Ayer, sábado nueve de julio, nos enteramos que el cantautor argentino, pero ciudadano del mundo, pero hermano para los que crecimos al amparo de su voz y sus canciones, Facundo, había sido acribillado por las balas en un país centroamericano. La voz del poeta ha callado, pero la voz de Facundo ahora forma parte de la inmortalidad y cantara como nunca y andará por esos caminos con su guitarra al hombro, diciéndonos con su sabiduría, con su sencillez: “ Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos.... Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años, mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida y, el segundo, la libertad para vivirla.”. Y ese sábado diez de julio, la esperanza murió un poco, la libertad bajo la vista por un instante, y en todo el mundo la noticia se esparció ante los ojos de la incredulidad: nos mataron a Facundo, nos mataron a Facundo, y uno no lo quería creerlo, ¿a él por qué?, por qué él?, nos repetíamos una y otra vez, incapaces de asimilar la noticia, incapaces de aceptarla, si él solamente era un poeta, si él, solamente era un buen hombre, un cantor de la vida y no de la muerte, un amante de la paz y no de la violencia, cómo es posible que un hombre justo acabe de esa manera, con una muerte absurda, y la ira y la rabia, el grito de queremos a los asesinos, queremos que los crucifiquen. Y por un instante olvidamos sus canciones, olvidamos su legado. Y sí él pudiera volver hablar, perdonaría a quienes le arrancaron la vida, y los llamaría hermanos y los abrazaría diciéndoles, todo está bien… todo está bien… Y nos hemos quedado ciegos sin su voz, y nos hemos quedados huérfanos del hermano mayor, del profeta de la barba blanca y los lentes oscuros, que desde joven salió a cantarle al mundo, a dar la nueva entre los hombres de buena voluntad en el universo: creed en la poesía, la poesía os hará libre, un verso bastara para curar vuestra alma, ché Facundo, vos no tenías que acabar así, vos sos grande, y lo seguirás siendo acá, en nuestros corazones, donde ningún poeta muere, donde ningún héroe se olvida, seguid cantando desde hoy estés, seguramente brindando con algún arcángel bohemio como vos, seguro tratando de cambiar al mundo con poesía y amor, Facundo , vos seguís tan vivo, vos no te has ido y ahora harás giras alrededor de la galaxia, cantaras en los asteroides, vos seguís tan vivo, vos seguid siendo Facundo Cabral para siempre…El diablo fue al mar a escribir la historia del mundo pero no había agua; dios la había bebido. Cual comodoro buscando agua encontró petróleo pero se murió de sed. Yo no sé quién va más lejos la montaña o el cangrejo pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo ...Quién sabe si el apoyarse es mejor que el deslizarse, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo ... Mas que el oro es la pobreza lo más caro en la existencia pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo ... Dominar es su manera y así nadie se libera, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo ... Lo importante no es el precio si no el valor de las cosas, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo ... Que me importa ganar diez si se contar hasta seis, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo ......